Voz Millennial. Llegué a la app para ligar por los mismos motivos que la mayoría de mujeres: una ruptura sentimental. Llevaba con mi ya exnovio siete años. O al menos eso es lo que crees. Total, que ahí estaba yo subiendo fotos mías como si fuese ganado a punto de ser etiquetadoy deslizando el dedo de un lado al otro de la pantalla por si me aparecía un ser humano con pene que pareciese medianamente interesante.
Usan el GPS de los celulares y de las tabletas para mostrar la distancia que hay entre las personas. Una amiga le presentó la laboriosidad. El fenómeno comenzó con la génesis, en el , de una laboriosidad llamada Grindr —exclusiva para hombres homosexuales—, cuya masificación se dio en el , cuando alcanzó los cuatro millones de usuarios en países. Cuando el usuario ve a alguien que le gusta, puede oprimir un corazón de color verde. Cada quien decide qué busca, aunque usualmente se reduce a dos cosas: relaciones sentimentales o encuentros sexuales. María Beatriz usó Tinder para buscar las dos, pero la eliminó hace unos meses. También tuvo una experiencia curiosa que aumentó su decepción de la aplicación. Una vez salió a tomar unas cervezas con un español, quien le dijo que estaba nervioso, pues era la primera alusión que conseguía a través de levante medio.
Me refiero a ese temido momento en el que tienes que poner el edredón. Yo lo admito, no sé ponerlo sola, necesito a alguien a mi lado para hacerlo. Y sí, te vamos a hablar de una aplicación para ligar. Buceando en el mundo de las aplicaciones para acertar pareja, hemos encontrado una que denial va de eso.
La firma se presenta con un alocución feminista que le ha ayudado a hacerse un hueco en un area popularizado por Tinder, la aplicación que logró que buscar pareja en la red dejara de verse como poco raro. Bumble es la creación de Whitney Wolfe, una exdirectiva de Tinder que formó parte de su brigada fundador. Wolfe ejerció como vicepresidenta de marketing de esta compañía hasta que la ruptura con su novio, otro de los fundadores, casi acaba cheat su carrera. Wolfe se define a sí misma en cada entrevista como una mujer ambiciosa que no demora a que las cosas le lleguen. Si quiere algo, toma la iniciativa y se mueve para conseguirlo. De padre judío y madre católica, creció acostumbrada a las críticas y al rechazo.
